viernes, 26 de diciembre de 2014

Crítica: Musarañas de Juanfer Andrés y Esteban Roel


La familia es la primera organización social en la que nos enfrentamos nada más nacer, en el que los vínculos no son ni por conveniencia ni por interés sino por algo tan sutil, tan difícil de explicar como es el amor. Los miembros de una familia se protegen porque se quieren, los padres buscan la seguridad de sus hijos y que nada malo les pase, los hermanos mayores hacen lo propio con los pequeños, con un sentido de responsabilidad que a veces puede ser demasiado agobiante. El amor es un sentimiento tan fuerte que mal canalizado puede ser destructivo y que el resultado sea contrario a lo esperado. No deja de tener sentido que se haya escogido las navidades para estrenarla, aunque no suceda por estas fechas la historia esta es un momento muy familiar en donde nos reunimos con nuestros seres queridos y el estar juntos tanto tiempo hace que salga lo bueno pero también lo malo de las relaciones familiares. Las dos protagonistas de este cuento de terror son dos hermanas que viven en la España de los años 50, una ciudad anónima en la que viven solas y aisladas del mundo. Tan sólo se tienen la una a la otra, especialmente Montse, la mayor que tiene el peso del mundo sobre sus hombros y su enfermedad (tiene agorafobia) la impide salir de casa. La ausencia de los padres marca su relación ya que no sólo tiene que llevar el rol de hermana sino el de madre y padre y eso es demasiado. Uno llega a sentir pena por un personaje como el de Montse y Macarena Gomez consigue transmitir toda esa simpatía y debilidad que al menos en la primera parte de la película necesita para que podamos empatizar con ella. Nadia de Santiago es su hermana que aparentemente ha tenido una vida más fácil al estar más protegida, pero a costa de perder libertad. Esa relación tan especial que las une es el marco en el que sucede la historia. Montse ve como su hermana busca más la independencia y la llegada de un intruso a la casa le da una nueva oportunidad de tener una vida normal si es que su hermana decide hacer su vida sin contar con ella. Pero como explicó Hugo Silva en una entrevista Musarañas no es una comedia romántica y los guionistas ponen a sus heroínas en unas situaciones complicadas para que surja la tragedia. Montse va evolucionando, de ser un personaje trágico, desvalido hasta una mujer totalmente desquiciada que tan solo busca la felicidad propia y de la gente que le rodea. Macarena Gómez es sin duda una de las actrices más arriesgadas que nos podemos encontrar, la pasión que pone al personaje hace que la amemos y la temamos a partes iguales. Su hermana en la ficción  está interpretada por Nadia de Santiago, joven actriz con una gran trayectoria en televisión. Es uno de los grandes descubrimientos de la película. Posee una de las voces más potentes del cine español y aunque resulte extraño remarcarlo, es una de las actrices con mejor dicción y a la que mejor se le entiende lo que dice. El gran reparto lo cierra Hugo Silva como el tercero en discordia y el que sin quererlo romperá la armonía familiar ya que las  dos hermanas se lo disputarán. En una película como esta en la que la acción sucede en un único escenario y en lo que toda acción se centra en la vivencia de los personajes, es muy importante el trabajo de los actores. El trío protagonista junto con otros actores en roles secundarios como Carolina Bang, Asier Etxendía, Gracia Olayo o Luis Tosar hacen un trabajo impresionante. De todos ellos Montse/Macarena Gómez es la que más destaca porque es ella quien soporta el mayor peso de la trama.




Para los dos directores este supone su primera experiencia en un largometraje. Uno de sus trabajos en el mundo del corto se presentó en el festival NotodofilmFest, 036 en el que al estilo del western nos presentaba un duelo entre una pobre ciudadana y un malvado funcionario de la seguridad social para que la primera  se pueda dar de alta en autónomos. Pero ellos no son novato en esto del cine, tienen una gran experiencia docente y una de sus alumnas fue precisamente Carolina Bang, protagonista de su corto, que tiene un pequeño papel (pero intenso) aquí en Musarañas además de ejercer como productora. Otro de los padres  de la criatura es Alex de la iglesia que se reserva las tareas de productor pero su estilo está muy presente en toda la historia. Esa traca final es algo que aparece en casi todas la películas de Alex de la iglesia. La película me ha gustado especialmente y si hubiera que buscarle unos referentes podrían ser el Volver de Almodóvar y Repulsión de Polanski.


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